Miguel Torga, portugués, nació a principios del siglo XX, en una familia humilde.
Muy comprometido socialmente, reflejó en sus obras sus posiciones ideológicas, destacando el valor de figuras o hechos históricos a los que admiraba, como es el caso de la II República Española.
Coincidió cronológicamente con la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y con la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), escribiendo este texto en los años de recuperación de Europa, a mitad de siglo, que ya se encontraba inmersa en la Guerra Fría y que apostaba por los inicios de una Unión Europea que evitará los más de 50 millones de muertes de la última Guerra Mundial.
El siglo XX ha sido, sin duda, un siglo en el que paralelamente ha aumentado el progreso y la desigualdad. Los avances tecnológicos y científicos han facilitado la implantación de una sociedad consumista, que contrasta con la terrible situación en la que se encuentran muchas personas de África, Asia y Latinoamérica.
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